Introducción

En la actualidad, la sexualidad es un tema que muchas veces se aborda de una manera reducida al placer genital, y son precisamente los medios de comunicación que contribuyen a afianzar este concepto. Por ello, es necesario que desde las Instituciones Educativas veamos la sexualidad como debe ser, es decir, desde la integridad de la persona y sus diversas dimensiones: genética, corporal, psicológica, socio-cultural y espiritual; en su relación consigo mismo, con los demás y con Dios que apunta a su madurez. 

Aquí definimos la sexualidad como una fuerza humana, del varón y de la mujer, capaz de generar vida, plenitud y realización en comunión con los otros. Posee un dinamismo hacia una conducta positiva que da vida, que se va dando como un proceso de madurez que atraviesa distintas etapas, donde hay avances y retrocesos.


La sexualidad, al estar presente en la persona desde antes de nacer hasta que muera, es una realidad permanente que atraviesa y acompaña toda la vida humana. Por eso hay que diferenciarla de la genitalidad que sólo se refiere a la procreación y a los órganos que tienen que ver con ella. 

Entre todos los aspectos de la sexualidad humana, la afectividad es muy importante, pues es el conjunto de sensaciones y sentimientos que vive la persona al verse afectada por el ambiente y sus relaciones con los demás.










Dimensiones de la Sexualidad Humana

Dimensión genético-corporal 
Cada ser humano posee 46 cromosomas (23 pares). Un par de estos “sexuales” son diferentes según el sexo: el varón (44+XY) y la mujer (44+XX). Los cromosomas sexuales determinan directamente el tipo de glándula genital (ovarios o testículos) y además son portadores de los genes. El ovario produce la progesterona, mientras que los testículos la testosterona. 


Dimensión psicológica

Sexualidad infantil 
La concepción y la vida intrauterina: Entra aquí el factor de “expectación” y de “acogida” de los padres. 
La “experiencia” del nacimiento es primordial en la vida de la persona. 
El niño (a) la vive como la expulsión brusca de un ambiente acogedor que lo sentía suyo, y el comienzo de una autonomía para subsistir. 
En los primeros meses de la vida del niño, se desarrolla en él una vida sexual y emocional intensa, luego el niño descubre el placer rítmico en la succión de la leche materna.
Esta etapa es de gran importancia en la vida afectiva del niño. La ausencia de estos afectos positivos puede ocasionar más adelante algunos desordenes en la autoestima referidos a la alimentación como la anorexia y la bulimia. 
Hasta los tres años es de suma importancia las relaciones afectivas con los padres, la identificación con sus progenitores. 
Desde los cuatro años es importante el periodo de socialización, en la etapa de la educación escolar.


Sexualidad adolescente y juvenil: Los órganos sexuales adquieres su capacidad fisiológica antes que el adolescente pueda alcanzar su madurez psíquica y social. 
Se cuestiona toda autoridad de personas e instituciones con sus normas y reglamentos. Las amistades con individuos del mismo sexo se hacen fuertes, basadas en lo sentimental y emocional. Inicio del enamoramiento. Además de relaciones interpersonales más comprometidas. 


Sexualidad adulta
La madurez adulta se fundamenta en el equilibrio conjunto de la persona que exige una integración de la fuerza sexual dentro de su proyecto de vida como persona y una vivencia consciente del misterio de la sexualidad para que la asuma con madurez y responsabilidad. 



Dimensión socio-cultural
La sociedad y la cultura pueden fortalecer la sexualidad sanamente o tergiversarla. Las formas culturales de la sexualidad pueden ser muy variadas, y por tanto el comportamiento sexual está en relación con los múltiples factores sociales, culturales y ambientales. 




Dimensión del diálogo y comunión
Durante la infancia el niño ya se encuentra con niños del otro sexo sin distinguir la diferencia entre ambos sexos. En la adolescencia el descubrimiento del otro sexo se realiza  en el plano vivencial o emocional. En la juventud  se añade el encuentro con un “tú” personal. Ya no es sólo erotismo lo que domina la relación; surge la necesidad de conocer, de descubrir el misterio de la persona amada y de darle lo que ella espera. El enamoramiento puede dar paso al noviazgo. 





Dimensión espiritual y religiosa
Casi todas las religiones han utilizado la relación sexual como símbolo para expresar el encuentro y la relación del hombre con Dios. Por ejemplo: En el Nuevo Testamento, Jesús se presenta como el novio que viene (Mat 25); Pablo presentará a Cristo como el esposo y a la iglesia como su esposa que servirá como fundamento y modelo para los esposos cristianos

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